Ardillas en Los Colomos: vecinas pequeñas que debemos cuidar

Si has visitado el Bosque Los Colomos, seguro te han salido al paso unas cuantas ardillas moviéndose de rama en rama o acercándose curiosas a los visitantes. Estos pequeños mamíferos se han vuelto parte del paisaje cotidiano del parque, pero pocas veces pensamos en su hábitat, cuidados y en cómo convivir responsablemente con ellas.

Las ardillas que habitan Los Colomos viven principalmente en los árboles altos de encino y pino, donde construyen nidos de ramas y hojas secas. Son animales diurnos y muy activos, pasan la mayor parte del día buscando alimento como semillas, nueces y frutos secos, aunque en el bosque también aprovechan restos de comida que dejan los visitantes.

Una de sus características más notables es su cola esponjosa, que no solo sirve para mantener el equilibrio, sino también como abrigo en las noches frías. Además, son excelentes escaladoras y pueden saltar varios metros entre ramas con gran agilidad.

Aunque parezcan amigables y hasta se acerquen a las personas, es importante recordar que son animales silvestres. Alimentarlas en exceso con pan, galletas u otros productos procesados puede afectar su salud y alterar su comportamiento. Lo ideal es dejar que sigan su dieta natural.

También hay que tener precaución: una mordedura de ardilla puede causar dolor, inflamación e incluso riesgo de infección, ya que transmiten bacterias a través de la saliva. Por eso, lo mejor es no intentar agarrarlas ni tocarlas, mucho menos molestarlas.

El Bosque Los Colomos es su hogar, y nosotros como visitantes debemos respetarlo. Admirarlas a la distancia, no darles comida chatarra y mantener limpio el entorno son las mejores formas de asegurar que estas pequeñas vecinas sigan acompañándonos por muchos años más.

👉 Así que la próxima vez que vayas, disfruta verlas correr y saltar… ¡pero cuida su espacio!