🍬 De la Rosa: la dulzura que nació en Jalisco y conquistó al mundo
- heyjaliscoo
- hace 7 días
- 2 Min. de lectura

Si algo nos sabe a infancia, a casa de los abuelos y a tardes de fiesta, son los mazapanes de la Rosa. Esta icónica marca jalisciense no solo endulza nuestras memorias, sino que también representa una de las empresas más queridas y exitosas de la región.
Todo comenzó en Mazamitla, Jalisco, donde la familia Velasco elaboraba dulces típicos artesanales, como jamoncillos, cajetas y, por supuesto, el mazapán. Con el tiempo, la familia decidió mudarse a Guadalajara para ampliar su producción, y en 1942 fundaron formalmente la empresa que hoy conocemos como Dulces de la Rosa.
El nombre y la emblemática rosa en su logotipo nacieron como un homenaje a la madre de uno de los fundadores, que se llamaba Rosa. Este toque familiar y tradicional se convirtió en la esencia de la marca: productos hechos con cariño y pensados para toda la familia.
Pero fue el mazapán —ese pequeño círculo de cacahuate y azúcar que se deshace en la boca— el que se volvió su sello distintivo. Con su envoltura sencilla y su sabor inconfundible, el mazapán de la Rosa pronto conquistó no solo los paladares tapatíos, sino también los del resto del país.
Hoy en día, Dulces de la Rosa exporta a más de 20 países y ha innovado con nuevos productos: paletas, malvaviscos, caramelos, gomitas y chocolates, sin dejar de lado la receta original que los hizo famosos.
Visitar su tienda insignia en Guadalajara es como entrar a un paraíso de dulces típicos y modernos, ideal para quienes quieren llevarse un pedacito de Jalisco en cada bocado.
En cada mazapán, en cada envoltura con la rosa roja, hay un pedazo de historia y tradición tapatía que sigue viva después de más de 80 años.
Porque los sabores también cuentan historias… y esta, sin duda, es una muy dulce.
Comments