El recuerdo del desfile de las Fiestas de Octubre: cuando Guadalajara se llenaba de color y música

Hablar de las Fiestas de Octubre es hablar de música, juegos mecánicos, gastronomía y presentaciones artísticas que cada año llenan de vida a la ciudad. Pero, para muchos tapatíos, la memoria más entrañable está en su gran desfile inaugural, una tradición que durante décadas convirtió las calles principales de Guadalajara en un escenario lleno de color, fantasía y creatividad.

En sus primeras ediciones, el desfile recorría la avenida Alcalde, desde la glorieta de La Normal hasta el centro histórico. Más tarde, se mudó a avenida Chapultepec, donde año con año miles de familias se daban cita para ver pasar a los carros alegóricos que representaban desde pasajes históricos de Jalisco hasta escenas mágicas con personajes de cuentos, bailarines folclóricos y comparsas.

Los carros eran verdaderas obras de arte rodantes: elaborados por artesanos, artistas y estudiantes, destacaban por su ingenio y detalle. No faltaban los que rendían homenaje al mariachi, al tequila, a los charros y a los pueblos mágicos del estado. Todo acompañado por la música de bandas en vivo, porristas, grupos de danza y el entusiasmo de los asistentes que apartaban lugar desde horas antes para no perderse el espectáculo.

El desfile era más que un show: era el arranque simbólico de las fiestas, un recordatorio de la identidad tapatía y un momento de convivencia familiar. Aunque ya no se realiza, sigue vivo en la nostalgia de quienes crecieron esperando octubre para ver Guadalajara transformada en un festival sobre ruedas.