Estadio Jalisco: el coloso que nació de un clásico y se volvió leyenda
- heyjaliscoo
- hace 3 días
- 2 Min. de lectura

Todo empezó con un empujón, literalmente. En los años 50, los clásicos Atlas vs Guadalajara en el Parque Martínez Sandoval ya no daban abasto. Aficionados apretujados, boletos imposibles y una ciudad futbolera pidiendo a gritos un estadio a la altura de su pasión. Fue ahí donde surgió la chispa: construir un coloso propio, grande, moderno y jalisciense hasta la médula.
La idea la lanzó Alberto Alvo, entonces dirigente del Atlas, y pronto encontró eco en nombres clave como Moisés Estrada, Luis Morales Serrano y directivos de otros clubes. No fue un sueño fácil: proyectos rechazados, maquetas que no convencían y años de ajustes. Hasta que la propuesta del ingeniero Mario Igartúa logró unir voluntades. Así, en 1956, nació Clubes Unidos de Jalisco A.C., una alianza histórica entre Atlas, Guadalajara y Oro para hacer realidad el estadio.
Tras buscar el terreno ideal, el norte de la ciudad fue el elegido: la Colonia Independencia, con un subsuelo perfecto para una obra de gran escala. En 1958 comenzaron los trabajos de construcción, respaldados por gobierno estatal, municipal, instituciones financieras y, sobre todo, por la afición. Miles de seguidores compraron certificados de fundador, asegurando su lugar en palcos y butacas a perpetuidad. El Estadio Jalisco también se construyó con corazón.
La obra terminó antes de lo previsto y el 24 de enero de 1960 el estadio fue solemnemente bendecido por el Cardenal José Garibi Rivera, con la imagen de la Virgen de Zapopan recorriendo la cancha. Una semana después, el 31 de enero, llegó el partido inaugural ante más de 35 mil personas: Atlas vs San Lorenzo de Almagro. El fútbol tapatío ya tenía casa.
Con miras al Mundial México 70, el estadio se amplió y modernizó, alcanzando aforos históricos y consolidándose como uno de los más importantes del país. Hoy, el Estadio Jalisco no es solo concreto y gradas: es memoria, identidad y pasión. Un coloso nacido de la unión y el amor por el fútbol.







Comentarios