Monopatines en Guadalajara: : entre la libertad y la responsabilidad
- heyjaliscoo
- hace 1 día
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Los monopatines eléctricos llegaron para cambiar la forma en que vivimos la ciudad: son ágiles, reducen el tiempo de traslado y, bien usados, pueden ser una herramienta de movilidad sostenible. Pero esa promesa choca con la realidad urbana: calles mixtas, banquetas angostas y una convivencia que aún no aprendemos del todo. Guadalajara ya reguló su uso como vehículo de micromovilidad, estableciendo límites y obligaciones para ordenar la convivencia y proteger a peatones y usuarios.
Las autoridades recomiendan algunas medidas sencillas que pueden marcar la diferencia:
Casco siempre, aunque el recorrido sea corto.
No circular con dos personas en el mismo monopatín.
Evitar su uso bajo la lluvia o en zonas de empedrado donde se pierde estabilidad.
Revisar frenos y batería antes de arrancar.
Respetar límites de velocidad: en promedio, no deben superar los 25 km/h.
Un detalle importante es que en Guadalajara se han registrado accidentes por falta de iluminación en la noche. La sugerencia: usa chaleco reflejante y asegúrate de que tu monopatín tenga luces delantera y trasera.
Esas reglas sirven para recordar que la libertad de moverse no debe traducirse en impunidad; al final, un accidente cambia vidas.
La discusión pública continúa: hay propuestas sobre cómo clasificar y hasta registrar unidades que excedan ciertos límites de velocidad, porque la seguridad también pasa por normas claras. Mientras tanto, el buen juicio y la cortesía seguirán siendo la medida más efectiva.
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